Los insectos y los roedores son las plagas más frecuentes que suelen tener las bodegas y plantas de elaboración de aceite y cerveza, por lo que deben aplicarse medidas preventivas para evitar su aparición mediante el diseño de instalaciones que impidan su entrada desde el exterior y tomando medidas que dificulten su proliferación en el interior.
Si nos centramos las bodegas productoras de vino, la desinsectación de las instalaciones enológicas comprende tres puntos críticos, el primero durante las operaciones de vendimia, donde la mosca de la fruta o del vinagre encuentra su hábitat adecuado por la presencia de materias vegetales y temperaturas óptimas para su desarrollo de 24°C a 27° C. El segundo en los locales de embotellado de vinos, generalmente con resto de estos y a una temperatura del local adecuada para su desarrollo, donde la presencia de insectos es indeseable llegando a instalarse trampas eléctricas para su eliminación. Y el tercero, en la fase de crianza en botella, donde los tapones de corcho pueden sufrir una plaga de gusanos taladradores, procedentes de varias especies de lepidópteros.
Uno de los focos de alto riesgo son las mangueras. Es muy fácil que insectos y roedores aniden en su interior, por ello una solución sencilla es una vez lavadas adecuadamente colgarlas en la pared y tapar los extremos bien herméticamente con tuercas ciegas o bien con sistemas que permitan su aireación a la vez que impiden la penetración de insectos, roedores, reptiles etc
En InVIA proveemos varias soluciones pensadas para este fin: tuercas ciegas de acero o nylon mecanizado y racords con rejilla. Se suministran en todas las medidas y pasos de rosca
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